Se cree que las 10 últimas noches de Ramadán son las mejores oportunidades de adoración durante el mes más bendito del calendario islámico.

Se cree que la primera revelación del Sagrado Corán se realizó al Profeta Muhammad (sas) durante las últimas 10 noches de Ramadán del año 610 DC. La noche exacta de la revelación se desconoce, pero se cree comúnmente que es la noche del día 27 del mes lunar de Ramadán. A esta noche, se le llama “Laylat al-Qadr”, "Laylatul Qadr" o, en español, “noche del Destino”, "noche del Decreto" o "noche del Poder".

Los musulmanes de todo el mundo siguen el ejemplo del profeta Muhammad (sas), manteniéndose despiertos hasta tarde durante las 10 últimas noches de Ramadán, realizando actos de adoración a Allah, rezando y leyendo el Corán, tanto en casa como en la mezquita más cercana, cuando esto es posible.

Los musulmanes creen que el Laylat al-Qadr es el mejor momento para pedir perdón, aunque realizar actos de adoración hasta tarde durante las otras 9 noches finales de Ramadán también es sinónimo de recibir inmensas recompensas espirituales.

El Profeta (sas) dijo: “Quien se mantiene en pie (en oración) en el Laylatul Qadr mientras que alimenta su fe con la auto-evaluación, esperando la recompensa de Allah, tendrá todos sus faltas anteriores perdonadas.”

Hemos recopilado aquí algunos consejos prácticos para estas últimas 10 noches, para ayudar a que todos nuestros lectores musulmanes puedan recibir grandes recompensas durante este momento bendito:

• Si crees que no has dado lo mejor de ti durante Ramadán ¡no te desesperes! Las últimas diez noches son tu oportunidad de recibir el perdón y grandes recompensas espirituales. Plantéate estos días con compromiso y positividad.

• Esfuérzate durante cada una de las últimas noches finales de Ramadán. No esperes hasta la del 27 para realizar todo el esfuerzo de golpe.

• El Duá o Duaa es una oración de súplica, a través de la cual los musulmanes tienen la oportunidad de pedir a Allah lo que necesitan. Por qué no preparar una pequeña lista de Duás para saber perfectamente por qué y quién quieres pedir, no sólo por ti y tu familia, también por las personas que sufren alrededor del mundo.

• Implica a tu familia. Durante las últimas noches de rezos, no te olvides de despertar a tu pareja, tus hermanos, tus padres, … para recordarles que tomen parte. Los niños pueden permanecer despiertos hasta un poco más tarde durante estas últimas 10 noches.

• Descansa bien durante el día. Hacer varias siestas ligeras es una buena idea, y permitirán que tengas energía para las noches de adoración.

• Adora a Allah de la mejor forma. Como nos presentamos tiene un efecto psicológico notable, así que viste con ropa con las que te sientas elegante y seguro/a de ti mismo/a.

• Prepara el lugar donde vas a rezar, este año, de nuevo, en casa (al menos hasta que termine el estado de alarma, si cambian las restricciones), para asegurarte que tienes contigo todo lo que necesitas. Las distracciones rompen fácilmente la concentración.

• ¡Mezcla y combina actividades! Si ves que te estás cansando ¿por qué no varías de acto de adoración? Si estás leyendo el Corán, realiza un Duá a Allah al rato, o escucha la lectura de un sabio, para seguir leyendo el Corán más tarde.

• Estas noches de adoración no son el momento de estar actualizando tus cuentas en redes sociales, o contando a tus amigos lo espiritual que te sientes. Esta experiencia sagrada es sólo entre tú y Allah, así que ¡apaga el teléfono y el ordenador si puedes!

• A pesar de que los últimos 10 días de Ramadán pueden ser agotadores, intenta seguir concentrado. Renueva tus intenciones, acuérdate de las grandes bendiciones y recompensas espirituales que vas a recibir durante el Laylat al-Qadr (La Noche del Destino). Confía en Allah y no dejes que las dudas o pensamientos egoístas ensucien tu mente durante tus actos de adoración.

Consejo Extra: No olvides recitar el duaa del Laylatul Qadr, durante las noches impares.

Este el mejor duá de las 10 últimas noches de Ramadán: “Allahumma innaka ‘afuwwun, tuhibbul-‘afwa, fa’fu ‘anni (Oh, Allah! Tú perdonas y amas el perdón. Así que perdóname).” [At-Tirmidi].

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