La violencia de género sigue siendo una de las lacras de la sociedad actual. Los esfuerzos para erradicarla pasan por la educación y la visualización de todos los tipos de violencias (desde la más explícita como el asesinato, la violencia física o el abuso sexual hasta las más sutiles e invisibles como la invisibilización, los techos de cristal, el lenguaje sexista o el control) para que toda la sociedad tome consciencia y pueda cambiar hábitos y comportamientos que preceden a los casos más graves.
En otras realidades, como las de los campamentos para refugiados/desplazados, las mujeres se enfrentan a violencias y abusos de todo tipo, desde la violencia en sí, al abuso y el tráfico sexual, trabajo esclavo y prácticas como la ablación. Otra de las formas de abuso contra las mujeres es el matrimonio infantil, que hemos visualizado en campamentos de Líbano, Siria o Myanmar (refugiados Rohingya).
En una de las visitas que realizamos a Líbano, hace unos años, conocimos el caso de esta chica, que llegó hasta allí con su madre. Ella, para tratar de proteger a su hija de posibles abusos, la casó con un hombre del campamento, que resultó estar ya previamente casado. Cuando ella quedó embarazada, él abandonó el campamento, dejando a las mujeres en una situación de extrema vulnerabilidad, y más con un bebé recién nacido.
Human Appeal desarrollamos proyectos en diversos países del mundo, y tenemos en cuenta, por supuesto, la vulnerabilidad a la que se ven sometidas y expuestas las mujeres en lugares como los campamentos para refugiados y desplazados. También en zonas de conflicto y en lugares donde la provisión de dinero para el hogar recae en el hombre, y deja en situación vulnerable a las mujeres si quedan viudas.
Por ejemplo:
Seguiremos realizando nuestros proyectos teniendo en cuenta las desigualdades y situaciones de vulnerabilidad de los y las beneficiarias, gracias a tu generosidad.
Y pedimos que todos y todas pongamos de nuestra parte para dar visibilidad a esta situación, y a instar a modificar actos, comentarios o gestos, muchas veces la antesala de abusos y violencias más graves.